El gato persa es una raza de gato caracterizada por su cara redonda y aplastada, pelaje largo y sedoso, y cuerpo robusto. Sus ojos son grandes y redondos, generalmente de color cobre o azul, pero a veces uno de cada color en los gatos bicolores. Son conocidos por su apariencia distinguida y su naturaleza amigable.
Orígenes
Aunque la raza se llama “persa”, la historia moderna de estos gatos comienza en Europa del siglo XIX. Se cree que los gatos de pelo largo de aspecto similar fueron importados desde Persia (hoy Irán) y otros lugares de Oriente Medio a Europa, donde los criadores comenzaron a seleccionar características específicas. A finales del siglo XIX, los gatos persas fueron llevados a América del Norte, donde se desarrollaron aún más para tener las caras más planas que vemos hoy.
Temperamento
Los gatos persas son conocidos por su naturaleza tranquila y dulce. A menudo son descritos como gatos de “bajo mantenimiento” en términos de su nivel de actividad y son felices viviendo una vida más sedentaria. Son criaturas afectuosas que disfrutan del tiempo de calidad con sus dueños, pero también pueden ser un poco reservados, especialmente con los extraños. Aunque no son propensos a los arrebatos de actividad, disfrutan de juegos suaves y pasarán tiempo jugando si se los anima.
Datos Curiosos
El pelaje largo y espeso del gato persa requiere un aseo regular. Sin un cepillado frecuente, su pelo puede formar nudos y enredos, lo que puede causar incomodidad para el gato.
A pesar de su apariencia regia y a menudo seria, los gatos persas pueden tener momentos de jugueteo y diversión.
Los gatos persas vienen en una amplia variedad de colores y patrones, incluyendo sólidos, tabby, bicolor y particolor.
Debido a su cara plana, los gatos persas pueden ser propensos a problemas de salud específicos, como dificultades respiratorias y problemas oculares.
El gato persa ha sido durante mucho tiempo una de las razas de gatos más populares en los Estados Unidos y en otros lugares.
